Hablar de emprendedurismo es hablar de nuevos retos, los escenarios han cambiado, el mundo de las redes sociales le permite a la mujer emprendedora, en particular, a innovar, arriesgarse y tener un espíritu empresarial cimentado en el equilibrio y en el crecimiento humano más que material.
En El Salvador, por ejemplo, el tejido empresarial lo conforman más del 90% mujeres, quienes lideran un proyecto emprendedor.
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) son actores importantes en el tejido productivo y social del país, siendo grandes generadoras de empleo, usuarias de tecnología intensiva en la mano de obra y hábil para procesar insumos básicamente nacionales y hechos con sus propias manos.
Se requiere de promover una mayor participación de las MIPYMES fomentando la innovación tecnológica, asociatividad y de emprendimiento.
Te comparto algunas ideas que no deben faltar en nuestro radar a la hora de pensar en una incitativa de negocio.
1.- Cuando pensamos en una idea de negocio o proyecto emprendedor, lo mejor es tomar papel y lápiz y comenzar a escribir una lluvia de ideas, desde la más sencilla hasta la más sofisticada, de eso trata el emprendimiento de soñar de abajo hacia arriba. Esto nos permitirá construir un proyecto que esté acompañado de buenas estrategias de ventas, promoción, mercadeo digital, más ahora donde las diversas plataformas nos permiten promocionar nuestros productos, la divulgación, posicionamiento de marca y otros factores, son detalles que debes de considerar.
2.- Para cualquier tipo de emprendimiento o empresa debemos tomar en consideración el producto que quiero vender, cómo lo quiero vender… entonces pensamos a qué tipo de público queremos llegar, qué impacto quiero obtener con mi producto, porqué el cliente debe comprármelo, analizar las edades, los costos, la inversión que haré desde el principio y qué resultados de crecimiento económico puedo alcanzar.
3.- Hacer un Plan de Negocios, con su objetivo general, objetivos específicos, los alcances que queremos lograr en lo económico y humano, porque los dos van de la mano. Dentro de este plan dejar establecer un sondeo de opinión pública que me ayude a comparar si el diseño de mi negocio se asemeja al producto nuevo que el público va a recibir.
4.- Analizar todos los escenarios de mi competencia qué ofrecen ellos y qué es lo nuevo que yo voy a ofrecer con mi producto. Es necesario, pensar que mi producto saldrá al mercado para genera competencia leal, con un componente innovador, de fácil aceptación y que guste a la primera al público. Es decir, que el producto debe estar hecho a la medida del cliente.
5.- Ver los costos- beneficios, crear un diseño de esa idea de negocios optimizando todos los recursos tanto económicos como de capital humano, si la empresa va a ser familiar, tener el olfato de involucrar a las piezas claves de mi familia que aportarán para echar a andar mi negocio.
Conozco del caso de un negocio familiar donde el padre tiene un consultorio médico de la especialidad de odontología, él se ha especializado en Ortodoncia. Es un maravilloso ejemplo, porque su hija también estudia odontología en la Universidad Nacional y practica en su clínica, su esposa es enfermera especializada. Los tres atienden su clínica y cada uno asumiendo su responsabilidad desde su propia particularidad. De eso se trata, cuando vamos a emprender pensar en conformar un equipo de calidad y de mucha confianza. Los negocios familiares son exitosos siempre y cuando todos tengan una mente visionaria, soñadora y responsable.
6.- Antes de lanzar una empresa o proyecto emprendedor por muy pequeña o grande que sea, se debe pensar en implementar una Estrategia de Marketing Digital; es decir, promover mi nueva marca, antes, durante y después de su lanzamiento, creando un branding completo de la marca, hacer campañas de posicionamiento, divulgación y promoción de la marca y mis productos.
Importante tomar en cuenta el tipo de red social donde voy a colocar la imagen de mi producto, por ejemplo, no es lo mismo vender un par de zapatos, vestidos y perfumes que vender la imagen de un periódico digital. Cada producto va en el lugar que corresponde. Las redes sociales ahora se prestan para eso, pero se debe tener mucho cuidado para promocionar, vender los productos y analizar la aceptación del público a los mismos.
7.- El espíritu emprendedor genera una amplia gama de crecimiento, pero de forma horizontal, no vertical… crece mi empresa, crecen mis colaboradores, crecemos todos, lo anterior sirve de incentivo para mejorar la calidad de vida de quienes hacen mi empresa. Mantener una mente abierta a los cambios, a escuchar consejos de otros emprendedores que aporte a mi crecimiento personal y profesional.
8.- Evaluar cada tres meses cómo está funcionando mi marca, con qué productos o servicios se identifica más mi cliente. La autocrítica es saludable siempre y cuando seamos objetivas de lo bueno o no tan bueno que estamos haciendo. Además de tener la opinión de quienes forman parte de nuestro equipo de trabajo y luego el público, un buen consejo nunca cae mal, sin necesidad de depender de la aprobación de los demás.
Es necesario hacernos algunas preguntas como: “Lo estoy haciendo bien”, “En qué puedo mejorar”, “Le gusta al cliente mi producto”, “Está satisfecho”, “Con qué nuevo producto innovador saldré al mercado”, “Quién lo está vendiendo”, “Porqué el cliente debe comprar mi producto o servicio”. Al final el cliente tiene la razón, frase común, pero muy verídica.
9.- Involucrarse más en los emprendimientos, no dejar solos a los colaboradores, es importante darles confianza, pero también de manera reservada. Te doy la oportunidad para que crezcas profesional y económicamente, siempre y cuando respetes y te adaptes a las reglas del juego. Es fundamental disfrutar de lo que hacemos emprendiendo. Que sean personas leales y agradecidas.
10.- Y algo no menos importante, capacitarnos bien en temas básicos como contaduría pública, conocer de algunos tips para manejo de finanzas, pago de IVA, pago a cuenta, comprender qué es el flujo de caja, entre otros temas; es ampliar nuestros conocimientos también en cómo funcionan las redes sociales y para qué sirven, así como contar con experiencia a nivel tecnológico, pues todo ha evolucionado. Esto nos ayuda a ser más organizadas en nuestras empresas.
Queridas lectoras, para ser una mujer emprendedora no sólo necesitamos contar con ese espíritu que nos caracteriza, tampoco ser mujeres empresarias soñadoras, tenemos que parecer, no sólo ser… De algo estamos muy claras, nadie nace sabiéndolo todo, debemos esforzarnos por aprender y ser místicas a la hora de impulsar una idea de negocio o emprendimiento y ser productivas.
Más que mantener nuestros bolsillos llenos de billetes, debemos actuar con mente positiva y abierta a los cambios de una manera más realista y constructiva. Esto nos llevará a pensar y crear nuestra propia marca personal, que es el rostro de nuestra empresa o negocio emprendedor. Que este nuevo año 2022, sea uno de tus propósitos. Sé tu propia líder.