viernes, abril 19, 2024
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Relación bilateral México-EU: escenarios posibles para 2024, acciones previsibles de ambos gobiernos, de sus aliados y sus opositores

Estamos en un período crítico para construir un nuevo entendimiento con EU y en ese complejo escenario, me parece que el gobierno de México cuenta con dos ventajas: el Canciller Marcelo Ebrard @m_ebrard y el Embajador Esteban Moctezuma en Washington DC, discreto y rodeado por un buen equipo de diplomáticos de carrera, ambos tienen buenos y colaboradores y capacidad de crear puentes con la administración Biden. Ebrard sería el más confiable de los dos, aunque acotado por el presidente y sus aspiraciones políticas.

Por Bernardo Méndez Lugo*

Ambos saben cómo tratar a los Demócratas. Ojalá influyan en propiciar un clima de moderación en México y logren que el presidente @lopezobrador_ contenga a sus partidarios más radicales y antiestadounidenses. Aunque cada vez se observa más lejana la moderación presidencial. Su estrategia es la confrontación y desafiar constantemente a quienes considera sus opositores o enemigos.

El perfil de Biden es de una persona madura, con mesura y muchas tablas políticas. Así que las actitudes desafortunadas del presidente mexicano en sus múltiples argumentaciones y de poner como equivalente nuestra relación con otras potencias a nuestra relación con EU cuando tenemos una profunda dependencia estructural con EU, formamos parte de su perímetro de seguridad y tenemos una vinculación comercial y de inversiones muy profunda. Debemos sopesar con frialdad el trato que debemos desarrollar e impulsar frente a EU el resto de la actual administración federal.

Se están generando cambios significativos en la relación entre México y EU: la administración Biden ha sido muy paciente, pero es un hecho que busca mayores contrapesos y respeto a la oposición, estarán atentos a proceso electoral mexicano de aquí a la elección presidencial de 2024, observarán con atención políticas pro-energías limpias, contención migratoria, megaproyectos, medio ambiente y T-MEC.

Es posible busquen fortalecer e impulsar a organizaciones de la sociedad civil y organismos autónomos en México para fortalecer su agenda.

En el tema migratorio todavía está pendiente de que sean regularizados más de 5 millones de mexicanos (incluyendo jóvenes DACA) poco más de 2 millones de centroamericanos (incluyendo inmigrantes con TPS) de un total de 11 millones de personas en situación migratoria irregular si el Congreso estadounidense lo aprueba.

No habrá concesiones en nueva migración irregular y el muro real o cibernético seguirá operando y las deportaciones no van a parar. La política migratoria es una palanca de negociación para México frente a EU.

El tema de seguridad nacional y la visión estadounidense de contemplar a México como parte de su perímetro de seguridad nacional seguirá vigente y estarán más atentos a que México controle a los carteles de la droga y a la delincuencia organizada.

Seguro no simpatizan con acercamientos, coqueteos y omisiones de políticos y militares mexicanos con los capos del narcotráfico o con potencias extracontinentales cuando se agudizan las contradicciones frente Rusia a partir de la invasión a Ucrania. También preocupa a EU la creciente presencia de China en la región latinoamericana.

Tampoco ven positivo que el dinero de la droga se utilice en campañas políticas o se inyecte en inversiones privadas o públicas. Para México es muy importante limitar el trasiego ilegal de armas desde EU a México.

La nueva relación con EU puede cambiar el futuro de las fuerzas políticas en México, tanto de los que fueron desplazados como los que ahora gobiernan; y los nuevos actores que intentarán crear alianzas para ganar.

Nuestros vecinos por interés propio tratarán de impulsar caras nuevas favorables a sus intereses.

El fin de era Trump ha tenido una fuerte repercusión en la política interna de EU, en el mundo y por supuesto en México. Y apostarle a un retorno de Trump en 2024 es muy riesgoso y una afrenta al establishment demócrata e incluso a segmentos importantes del partido republicano.

Nos guste o no, estamos ya en una nueva era bilateral (no digo mejor ni peor) todo depende de nuestra ubicación ideológica y política.

México es mucho más que un partido político y su liderazgo. Haber podido lidear con Trump cediendo a sus chantajes y presiones no fue necesariamente justo para nuestros intereses nacionales y nuestra soberanía.

Fue una decisión pragmática que algunos justifican por razones del corto plazo, pero quienes conocen de negociación internacional piensan que no se negoció con firmeza de parte de México ante las amenazas de Trump. Es momento de recapacitar y enmendar errores.

Estoy convencido que tenemos capacidad diplomática para salir adelante y esta vez, sí negociar con firmeza. Lo que es claro es que los dos años y cuatro meses que le quedan al actual gobierno federal serán de fuerte presión y acotamiento de parte de la administración Biden.

En el momento que se defina el candidato presidencial de Morena se inicia el declive relativo del poder del presidente en funciones y eso ocurrirá a más tardar en dos años, es decir, en marzo o abril de 2024 o podría ser antes lo más probable.

La estrategia diplomática de EU quizá no opere hoy con el lenguaje estridente y amenazante de Trump, pero seguro estarán muy pendientes de acotar y limitar con guante blanco las posibles tendencias autoritarias o de mayor concentración de poder en el gobierno mexicano.

Seguro alentarán la oposición favorable a los intereses estadounidenses que representa Biden y el grupo gobernante en EU.

Este escenario bilateral tendrá su impacto e influencia en la sucesión presidencial mexicana de 2024 e intentará limitar la presencia y peso del actual presidente y sus aliados aun antes de terminar su mandato.

El perfil imperial de EU no se debilita, más bien se fortalece (comparando con el aislacionismo de Trump) e intenta retomar su vocación de liderazgo mundial que tendrá que compartir con China y otras potencias emergentes. No hay certeza que el gobierno estadounidense tendrá capacidad de doblegar al presidente mexicano y sus aliados, pero es un hecho que lo intentará.

No necesariamente a través de un candidato o candidata de oposición. Se ve más viable propiciar a un candidato o candidata de Morena más moderado y afín a negociar con EU.

Si Morena se divide lo cual es muy probable al ser ya muy visibles tres precandidaturas a la presidencia (Sheinbaum, Monreal y Ebrard) puede surgir una cuarta con Adán Augusto López. Este panorama puede tener varias implicaciones: el surgimiento de una candidatura emergente que aglutine a poderes fácticos y a mujeres como sería el caso de Tatiana Clouthier que, en este momento, muchos analistas descartan.

Y por el lado de la alianza opositora un candidato o candidata creíble y carismática (por ahora no se vislumbra esa posibilidad) que aglutine diversos segmentos de descontentos sociales en todo el país, su potencial triunfo podría darse si Morena y sus aliados llegan muy divididos a la elección presidencial.

Están muy atentos los servicios de inteligencia de EU a la posible división de Morena y sus aliados y buscarán impulsar al candidato o candidata más adhoc a sus intereses, que podría ser abanderado de un partido como Movimiento Ciudadano, una agrupación política que tiene experiencia en abanderar a descontentos de decisiones políticas que no favorecen sus aspiraciones y expectativas políticas.

Cómo en tiempos recientes, también es previsible que otras potencias y sus poderosas redes de inteligencia y mediáticas participen en la lucha electoral de manera subrepticia y clandestina para impulsar a sus aliados políticos y tratarán de destruir la imagen y reputación de políticos que consideran contrarios a sus intereses. Recordemos lo han hecho en EU, Latinoamérica y Europa y no hay razón para que no lo hagan en México.

El autor Bernardo Méndez Lugo, es especialista en vinculación con Norteamérica, economía, academia, seguridad y migración. Ministro jubilado del Servicio Exterior Mexicano y Director de América sin Muros y secretario de la mesa directiva de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM).

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